domingo, 12 de octubre de 2008

El derrocamiento de Perón "Revolución Libertadora"



Además de la crítica situación económica, durante el segundo gobierno de Perón se acentuaron los problemas políticos. Los partidos políticos opositores centraron sus críticas en las medidad económicas y en la dureza con que Perón trataba a quienes disentían de la política oficial. La Iglesia, que en un principio mantuvo buenas relaciones con el gobierno de Perón, se fue distanciando de él y, hacia 1954, pasó decididamente a integrar el bloque social y político antiperonista.
A comienzos de 1955, la actividad conspirativa de los sectores liberales y nacionalistas católicos dentro de las Fuerzas Armadas se había incrementado y era cada vez más reducido el número de militares aliados de Perón. Estos grupos de oficiales contaron con el apoyo de amplios sectores políticos (radicales, conservadores y socialistas). Se produjeron levantamientos contra el gobierno en diversas bases militares que culminaron el 16 de junio, con un bombardeo en horas del mediodía a la Plaza de Mayo –como saldo del ataque quedaron cientos de civiles heridos y muertos–. El gobierno logró detener el intento de golpe de Estado, pero la tensión política no cesó.
A partir de estos hechos se inició la cuenta regresiva para el gobierno de Perón. El bloque antiperonista se había ampliado y consolidado. El único sector social que parecía decidido a sostener a Perón era la clase obrera. Luego de las jornadas de junio, la CGT convocó por radio –en varias oportunidades– a los trabajadores, para que acudieran a defender al gobierno. Una multitud de trabajadores se reunió en Plaza de Mayo –el 31 de agosto de 1955– para escuchar lo que fue el último discurso de Perón, en el cual remarcó la necesidad de defender las conquistas populares a cualquier precio.
El 16 de septiembre, un nuevo alzamiento militar –se autodenominó "Revolución Libertadora"– encabezado por los generales Eduardo Lonardi, Pedro E. Aramburu y el almirante Isaac Rojas destituyó a Perón y estableció un gobierno provisional encabezado por el general Lonardi.
En las décadas siguientes el peronismo será proscrito, iniciando de esta forma un largo período de gobiernos semidemocráticos y militares que durarían hasta 1973. Ese año y en elecciones libres el peronismo, por amplia mayoría, volvió a ser gobierno por tercera vez desde su nacimiento en 1945. En 1976, un nuevo golpe de Estado interrumpió la democracia e instauró una dictadura militar.

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